martes, 3 de diciembre de 2013

Fuiste Tú

Llega el adios de un amor y al final ninguno de los dos quiere ser el culpable del fracaso. Ambos van por la vida culpandose, y a pesar del amor, el orgullo no les permite aceptar su culpa. Los dos siempre se exigieron, pero nunca entendieron que el caso no es entenderse, sino que aceptarse.

"Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, cuando los besos fueron el motor de arranque  que encendió la luz, que hoy se desaparece".

Todas las promesas de amor fueron olvidadas y finalmente la culpa dividida entre los dos, no la quieren aceptar y uno al otro le adjunta la culpa que le toca.


O todos culpables, o todos inocentes. El único vencedor ha sido el orgullo en este duelo de tres: El Orgullo, Ella y El.

El amor se trata de COMPARTIR, incluso las culpas.

"El Rincón De Los Adoloridos".

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